“Parábola de creación, fuego y cenizas”
Existen personas que tienen habitaciones pequeñas, oscuras y sin ventanas, donde se encuentran un gran número de fastuosas sillas amontonadas, pero por desgracia todas ellas están quebradas y no se pueden sentar. Esas mismas personas las rompieron y prefieren que sigan así, mostrándose frente a ellas firmemente de pié, inflexibles, combativos, iracundos, gritando salvajes con gran eco en la estancia donde residen, pero con una profunda soledad interior.
Es una actitud de resistencia frente a su falta de habilidad para reparar una simple silla, un gesto de soberbia ante el desconocimiento y la terca voluntad para no pedir ayuda a un amig@; por el triste hecho de no ser capaces y tener la valentia para ser humildes y poseer la serenidad necesaria para restaurar una sola silla, la más sencilla…sentarse en ella, reflexionar aunque fuera unos instantes y crear.
Quizás sólo la maduración y el paso del tiempo doblegue sus enérgicos tallos!
Escrito por Rafael Cantero Domínguez