LA PRIMERA ENSEÑANZA DEL MAESTRO MANUEL…es el agradecer por todo lo aprendido.
Si el Maestro hace una corrección, viviéndola como propia, me recoloco, recobro la postura y continuo la clase.
Respiramos y crecemos, crecemos a lo largo y a lo ancho, en diagonal, arriba y abajo.
Respiramos y nos enrollamos…
Respiramos y mis huesos entumecidos, suenan, crujen.
Respiramos, las contracturas y molestias ceden, los músculos y tendones ganan en movilidad.
El cuerpo me dice que existe, a su modo habla.
Durante el camino de Daruma nuestra esencia aflora, ganamos en salud.
Nos respetamos y respetamos a los demás.
Cultivamos valores.
Nos fortalecemos y cada día que pasa, durante el camino nos damos cuenta lo pequeñit@s que somos y todo lo que falta por aprender.
eLy.